La conexión entre la dieta y la salud mental: ¿Cómo afecta lo que comes a tu bienestar?
¿Sabías que lo que comes afecta directamente a tu estado de ánimo? Existen numerosas investigaciones que señalan que la alimentación influye en nuestra salud física, sin embargo, en años recientes se ha estudiado en profundidad la correlación entre nuestra alimentación y la salud mental. Aunque pueda parecer lógico que nuestra dieta nos afecte más allá de lo físico, los hallazgos recientes subrayan la importancia de entender esta relación y de tenerla presente en nuestro día a día.
La relación entre el cerebro y la alimentación
Mantener una dieta adecuada nos ayuda a prevenir enfermedades cerebrales como las neurodegenerativas ya que contribuye a que el cerebro se mantenga joven y con energía. Cuando tomamos alimentos ricos en nutrientes, el cuerpo estabiliza nuestro estado de ánimo, y además optimiza funciones cognitivas clave, como el aprendizaje, el razonamiento y la memoria con mayor facilidad. En función de la comida, y por lo tanto de los nutrientes que consumamos, el cerebro actuará de una manera u otra, ya que le llegarán diferentes señales a los neurotransmisores (como la serotonina y la dopamina), que regulan el estado de ánimo, la concentración y la energía.
Los alimentos que ingerimos impactan directamente en los sistemas de comunicación cerebral, afectando cómo pensamos, sentimos y respondemos al estrés. Cuando consumimos alimentos que no son ricos en nutrientes y que no son saludables, podemos generar alteraciones en nuestro cuerpo, como la bajada de defensas. Esto puede tener consecuencias negativas en nuestro sistema neurológico dado que afecta a la memoria y desequilibra nuestro temperamento. Es imperativo saber qué alimentos debemos eliminar y cuáles son imprescindibles para cuidar la salud mental.
A continuación, algunos ejemplos:
Alimentos que benefician la salud mental
Alimentos ricos en antioxidantes: bayas (arándanos, fresas, frambuesas), cítricos (naranjas, limones), coles (brócoli, col rizada), nueces, cebollas, zanahorias, y cacao puro.
Ácidos grasos Omega-3 (Grasas saludables): salmón, atún, sardinas, nueces, semillas de chía, aceite de soja.
Frutas y vegetales crudos: espinacas, tomates, brócoli, manzana, y aguacate.
Fibra: semillas de girasol, almendras, pistachos, lentejas, habas y garbanzos.
Bebidas beneficiosas: té verde, té matcha, infusiones (manzanilla, menta), zumo de arándano o de bayas, agua.
Alimentos que pueden perjudicar la salud mental
Azúcar en exceso: salsas dulces como la barbacoa, bollería industrial (croissants, pasteles, donuts), refrescos, patatas fritas y mermeladas.
Grasas saturadas: mantequilla, aceite de palma y de coco, carnes procesadas (salchichas y bacon) y algunas carnes rojas.
Alimentos ultraprocesados: comida rápida (hamburguesas, patatas fritas), snacks empaquetados, productos congelados como pizzas o nuggets de pollo, y productos precocinados listos para microondas.
Bebidas que afectan negativamente: alcohol (cerveza, vino, licores), cafeína (bebidas energéticas, café) y refrescos.
Consejos finales para una dieta equilibrada que favorezca el bienestar mental
No solo es importante cuidar lo que comes, sino cuándo lo haces también. Según expertos en nutrición, es importante no saltarse comidas, comer cantidades moderadas e intentar comer aproximadamente cada cuatro horas. Antes de hacer cambios significativos a tu dieta, consulta a un médico o nutricionista para asegurarte de que tu dieta respalde tu salud de manera integral. Es la mejor manera de estar seguro de que todo lo que entra en tu cuerpo realmente contribuye a tu bienestar.